Dios, Vida y Cola Del Genoma

Cuando a Venter se le pregunta por Dios, o por el espíritu de ese ADN... responde que eso es sólo ADN y nada más y que no investigará nada del plus espiritual de cada célula… y enoja para ser enfático: “Esto es sólo ADN y punto”… sí así... como habla Don Francisco Vidal.

Así que Venter no logrará nada que no sea satisfacer pobremente su engreimiento.

Lo único acertado --que por lo demás no implica poseer una inteligencia positiva y/o superior-- es estar en el camino que utiliza Dios para crear vida. Pero Verter se equivoca, adicionalmente, en lo siguiente: Esos 100 genes que le “sobran” de la bacteria Mycoplasma genitalium son la confianza, y esperanza, que tiene la bacteria de que puede ser más y que vale la pena vivir. La esperanza… es una de las claves de la vida… y lo artificial de Verter nunca caminará o lo mirará como a un padre.

Dicho de otra manera... si bien “La Cola del Genoma” –esos genes sobrantes-- aparentan ser muerte… lo único que desean es vivir y presionan a la Mycoplasma a que se mantenga viva ya que de esa manera trascenderá. En todo momento esta presente una comunicación Wi Fi entre los genes activos y los ¿inactivos?... y punto y medio.
Verter sabe mucho, al igual que otros, del “Genoma Humano y su secuenciación”… pero nada sabe del “Genoma Del Espíritu y su secuenciación”… lo grave está en que nada quiere saber, o aprender, del Genoma del Espíritu y se va, a ojos cerrados, tras el Genoma Artificial. Todo un engreído de dura cabeza.

Tras lo mismo, Los japoneses, parten de puntos más exactos y varios millones de años más adelante. Utilizan cerebros creados por Dios para tratar de hacerlos funcionara a su voluntad o bajo esquemas predecibles y esos robots aplicarlos a la educación de sus niños, a dirigir el transito, o usarlos en grupos antimotines, u ordenar su sistema de transporte público. Escribí ordenar… no escribí diseñar.

La perversión del “Proyecto Plasmas” japonés… reside en hacer uso excesivo de cerebros de ballenas y cachalotes… tras la búsqueda del cerebro ideal… uno de un cachalote excepcional que se llama “Pocho” y que vive, preferentemente, en las costas chilenas de la VIII Región.

Mapuche Araucano
Alumno Instructor Mapudungún